De domingo

Llevo una tarde bastante aburrida y he decidido unirme a la moda de formspring. Así que, si tenéis alguna pregunta que hacerme, podéis hacerla aquí.

Vacía

Si no fuese porque lo estuve en el pasado, pensaría que soy incapaz de enamorarme.

En los últimos dos años no he conocido a nadie por quien me haya implicado sentimentalmente. Ha habido chicos más o menos interesantes, pero ninguno que despierte ese cosquilleo inexplicable que nace en el estómago. Nadie con quien me apetezca dormir entre sus brazos.

Puede que haya sido porque guardo las distancias con la gente. Puede que me esté volviendo demasiado exigente. O puede que realmente no me haya cruzado con nadie que merezca la pena. No sé.

Madrid en agosto

Me siento atrapada entre el aire vacacional que se respira en el mes de agosto y la ola de calor que nos invade, lo que hace que me dé una pereza inmensa escribir. Además, en estos días tampoco hay mucho que contar. Este año no tengo oportunidad de ir a la playa, pero no voy a dejar que eso me impida relajarme y disfrutar. Y seguramente descanse más que muchos de los que se han salido de viaje con esa intención y al final no van a parar ni un minuto.

Estoy dedicando los días a leer, refrescarme en la piscina, hacer algo de deporte, ver películas y salir con los amigos de terracitas. Todo muy relajadamente.

Me encanta estar en Madrid en agosto. No hay atascos, encuentras lugar para aparcar en sitios donde ni soñarías encontrar hueco en otra época del año, el gimnasio está vacío, en la piscina se respira tranquilidad… ¡una maravilla!

Ya que hablábamos de gente a la que le importan un pito los demás…