jueves, 29 de abril de 2010

I can´t stop

Llevo toda la semana sin parar y cuando encuentro un rato para sentarme delante del ordenador lo que menos me apetece es escribir. Estoy cansada y me hacen los ojos chiribitas así que, como no tengo la cabeza para pensar mucho, os dejo con una canción que últimamente no puedo dejar de escuchar.

The moment's looking right
Just love and not a fight
So tonight I think we're gonna make it happen
Your voice gives me desire
Just you can give that fire
So baby can't you see
You are the only one for me

I can't stop thinking of you
'Cause you're the one I want tonight
You make me feel so right
Let's make it true
I can't stop thinking of you
'Cause you're the one I want tonight
You make me feel so right
Just me and you

martes, 20 de abril de 2010

¿Operación bikini?

Se nota que se acerca el calorcito y el buen tiempo, porque la gente se empieza a obsesionar con sus kilillos de más. Mientras hasta hace poco todo eran caras conocidas en el gimnasio, vaya, que iban los mismos de siempre, este mes de Abril están empezando a aparecer una cantidad sospechosa de nuevas caras. Sobre todo son mujeres, que ya se sabe que somos las que más nos obsesionamos con estar estupendísimas cuando nos pongamos el bañador este verano.

A mí no me va lo de la operación bikini. Intento cuidarme durante todo el año. Ya no sólo por mantener la línea, sino porque me gusta comer sano y sí, aunque parezca mentira, me gusta ir al gimnasio (a pesar de la cara de horror que ponen muchos cuando lo digo). Hacer deporte me relaja, me hace sentir bien y consigue que no me sienta culpable cuando me pongo a reventar de palomitas en el cine (¡ya las quemaré en la elíptica el lunes!).

Tengo bastante poca fuerza de voluntad y, si no me gustase el deporte, habría durado un mes apuntada al gimnasio y no hubiesen vuelto a saber de mí por los restos. Así que admiro a todas esas personas que van día tras día a pesar de que odien estar allí, simplemente porque quieren conseguir el tipazo que tienen en mente. Aunque hay poca gente así, la mayoría abandona en cuanto se da cuenta de que eliminar el michelín es más trabajoso de lo que se pensaban.

Luego están los tíos que se quieren poner fuertes e intentan levantar más peso del que son capaces de soportar. Empiezan a ponerse rojos, amarillos y de todos los colores. Sudan a borbotones. Gritan como si estuviesen en la sala de tortura. Les tiemblan los brazos. Vamos, que parece que va a aparecer el mismísimo Hulk ante tus narices. Pero no, es sólo uno de tantos que quieren emular a los chicos de 300 y llegar a ser auténticos espartanos. Pues bien, un consejo. Si trabajas únicamente los brazos, sí, se te van a poner muy fuertes, pero el resto del cuerpo también merece un poquito de atención. Vamos, que eso de tener los brazos de Darek y el cuerpo del cantante de Pereza (sin ánimo de ofender), no es que quede muy bien. Habrá que compensar un poquito, ¿no?

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jueves, 8 de abril de 2010

Cierra los ojos

Cierra los ojos y deja volar su imaginación…

Le acarician esos dedos que han recorrido cada milímetro de su cuerpo cientos de veces a lo largo de varios años de relación. Y a fuerza de repetición, ya no siente nada cuando la tocan. Se pregunta qué fue de la pasión que antes eran capaz de desatar en ella. Una miraba, un roce, bastaban para volverla loca. Se comían a besos con locura, no se cansaba de gozarle. Pero de eso ya hace mucho. Le quiere, claro que le quiere, como se quiere a un amigo que ha sido cómplice de tu vida durante mucho tiempo. La pasión, el deseo, son agua pasada.

No es capaz de abandonarle. Se siente cómoda a su lado, protegida. Él le aporta la estabilidad que tanto anhelaba. Conoce cada una de sus manías, lo que le gusta y lo que no, sabe cómo ha de actuar a cada momento. Sería tan complicado tener que volver a empezar de cero…

Así que, ahora, mientras está sentada en la cama junto a él, cierra los ojos y deja volar su imaginación. Piensa en ese compañero de la oficina que le parece tan aterradoramente atractivo. Cada vez que se rozan accidentalmente, siente que su corazón se acelera, galopa de una manera que tenía olvidada. A veces siente como si se marease ligeramente cuando se acerca y siente su olor.

Imagina  que son los dedos de ese chico los que surcan su piel, sus labios los que la besan. Es la única manera que encuentra de sentir algo.

No hay duda de que su corazón le pide volar. Abandonar su cómoda vida, cambiar de aires y volver a sentirse viva; pero es incapaz de dar el paso. Demasiado miedo, demasiadas complicaciones. Sigue como siempre, anhelando algo que no tiene y resignándose a esa vida que ella misma se ha impuesto.

Sólo tiene 26 años y ya ha renunciado a la pasión.

A sus 26, también ha renunciado al amor.

viernes, 2 de abril de 2010

¿Cómo sería tú hombre ideal?

Pues buena pregunta. Me la hicieron anoche y he decidido contestarla aquí y ahora.

  • Físicamente nunca he tenido un prototipo especial. Siempre me he sentido más atraída por los morenos que por los rubios pero, teniendo en cuenta el hecho de que el hombre al que más he querido era un rubio de ojos azules, casi que podemos pensar que eso no tiene demasiada importancia. Me fijo mucho en la sonrisa y en la mirada, aunque no sabría decir qué es exactamente lo que me gusta. Simplemente, de vez en cuando encuentro a alguien a quien no puedo dejar de mirar, sin saber muy bien porqué.
  • Quiero que me haga reír. No me refiero al típico payasete que está siempre haciendo gracias, sino a una persona con la que te sientes tan bien y hay tanta complicidad que os pasáis el día riendo juntos.
  • Me gustan los hombres inteligentes, con la cabeza bien amueblada y seguros de sí mismos. Esos que saben perfectamente lo que quieren a cada momento y te transmiten seguridad.
  • Que le gusten los animales, al menos la mitad que a mí. Soy una fanática y no puedo vivir sin ellos. Así que necesito a alguien que sea capaz de vivir entre perros, pájaros y hurones.
  • Que tenga un carácter fuerte para poder lidiar con el mío. Soy una mujer con muchísimo temperamento y necesito una persona que sepa mantenerme a raya y no me deje subirme a su chepa.
  • También tiene que ser una persona a la que le guste moverse y hacer cosas continuamente. No me gusta estar quieta. Eso  no quiere decir que no me guste quedarme una tarde en casa viendo una peli, que sí que me gusta, pero lo que no tolero es la típica rutina de no moverse del sofá en todo el día.
  • Y puestas a pedir que se cuide, le guste hacer deporte y si está como un queso pues mejor que mejor.

¿Es mucho pedir?

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