miércoles, 2 de junio de 2010

Conductores y copilotos

Todos nos transformamos en mayor o menor grado cuando nos ponemos detrás del volante. Yo soy de las que pierden la paciencia fácilmente y en cuanto hay demasiado tráfico para mi gusto me estreso bastante. Una de las cosas que peor llevo es tener de copiloto a alguno de esos conductores que, cuando se suben al coche de otro, se piensan que son ellos los que van conduciendo. Entiendo que no lo hacen adrede, sino que es una actitud más bien involuntaria, pero no hay nada que me saque más de quicio que ir tranquilamente conduciendo y ver que quien llevo al lado va haciendo los mismos gestos que yo.

Nos acercamos a una glorieta y, mientras freno y miro si vienen coches, veo por el rabillo del ojo una cabeza que se levanta y que mira y mira. Tanto mira que cuando me meto en la glorieta sigue mirando para ver a qué distancia están los posibles coches que vienen por el interior. Controla los semáforos, los pasos de peatones, los cedas, los coches que nos rodean, me toca las narices mientras aparco…. Vamos a ver. Sé conducir. De hecho, hace seis años que me saqué el carnet, así que no soy una conductora novel y he tenido tiempo más que de sobra para coger experiencia. Mis amigos me dicen que conduzco muy bien (algunos con la coletilla de “para ser mujer”), así que no entiendo el estrés que tienen estos personajes. Si fuese a 100 por una zona residencial, entendería que el de al lado se pusiese nervioso, pero respeto los límites de velocidad y las normas de tráfico, nunca bebo si voy a coger el coche y conduzco con mil ojos porque los coches me dan un poquito de miedo (por lo mal que se conduce en este país, todo sea dicho). Conclusión, no hay razón para ponerse en ese plan y lo único que consiguen es avivar mi instinto asesino. Se me pasan ideas por la cabeza cómo abandonar el paquete en una cuneta y que tenga que volver a su casa haciendo autoestop. Reprimo las ganas de parar el coche y decir “¿quieres llevarlo tú?” Creo que hay veces en las que hasta me sale un humillo negro de la cabeza.

Una de mis amigas es así y siempre evito llevar yo el coche cuando quedamos para que no me nazcan las ganas de matarla. Que sí, que puede que sea un poco exagerada, pero me pone muy nerviosa esa actitud, no puedo evitarlo. Y si voy con mi padre ya apaga y vámonos, porque es el típico que te va explicando todo como si no hubieses cogido un coche en tu vida y le va poniendo pegas a tu forma de conducir. Lo peor es que él no es precisamente un conductor ejemplar. Cada vez que voy con él a algún sitio se come cuatro bordillos y está a punto de atropellar a un par de abuelos, así que no entiendo la manía de dárselas de listo con los demás.

Definitivamente, no me gusta conducir.

bmw

6 comentarios:

  1. A mi no me gusta conducir, pero a veces no queda otro remedio. Eso si, me escaqueo siempre que puedo, y no soporto conducir con ese tipo de persona. No lo hacen a posta, no pueden evitarlo, no es racional. Con mi madre una y no más, nunca conduzco yo si voy con ella porque podemos acabar montando un dramón (es que somos muy teatretas). Y con mi padre, paso... por si acaso.

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  2. Si, claro. Ya me lo dirás cuando lleves 10 años de carnet, te subas con alguien que lleve lo que tu y te veas a ti misma apretando el pie derecho sobre el suelo del coche, como si estuvieras frenando...

    Todos hacemos lo mismo y si miramos por los espejos no es porque desconfiemos, sino que son manías por el conocimiento de lo peligroso que es conducir. Mi padre ha trabajado toda su vida conduciendo y es de las personas que conozco que más respeta el código de circulación, ir con él es una garantía de seguridad, pero aún así aprieto el pie al frenar y miro los espejos... es inevitable.

    Personalmente, me da igual si alguien mira los espejos mientras conduzco.

    Saludos.

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  3. A mi me encanta conducir, y también me toca las narices que me vayan diciendo lo que hacer, o notar extremas precauciones de seguridad...aunque las suelo pasar si no son excesivas, si se pasan, paro y digo,¿lo quieres llevar tú?

    A la que no aguanto nada, pero estoy aprendiendo...es a mi madre, que hace como undermind, va haciendo un agujero en el asiento derecho en el sitio correspondiente al freno... (me gusta un poquito la conducción agresiva..., aunque a veces disimulo)

    Besitos

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  4. Caótica: Lo de las madres y los padres parece ser regla general, porque a todos con los que lo he hablado les pasa. Yo también soy de las que se escaquea de conducir en cuanto encuentra ocasión, ¡mucho mejor que el coche lo lleve otro!

    Undermind: Sí, supongo que con el tiempo se van cogiendo esas manías de manera inevitable, pero es que mi amiga la ha cogido y lleva mucho menos de 10 años conduciendo. En mi padre ya lo veo más lógico, porque está acostumbrado a haberlo llevado él toda la vida. Seguro que yo seré igual con mis hijos...

    Blind-y: Mi madre no tiene carnet, así que me libro de que vaya frenando. Eso sí, cuando voy con ella conduzco mucho más suavemente de lo que lo hago normalmente y también me cago menos en los muertos de los demás (o lo hago en silencio).

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  5. Pues Under, a mi eso no me pasa. Hace poco mi prima-compidepiso se ha sacado el carnet, y yo voy con ella la mar de relajada, no piso el freno imaginario ni miro los retrovisores. No se por qué, no me sale.

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  6. puffffffff odio que me esten quisquillenado el oido derecho!!! y como saque la conductora bruta... jajajaja

    Eso si, tengo que reconocer que a veces subo a algun coche de alguna amiga y paso miedo. sobre todo una que conduce ccomo una loca mientras pone el iPod, se peina el flequillo, se pinta los labios, te habla , se rie y mil cosas más, me da pánico!!!!!

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