Hoy me ha dado por acordarme de la primera vez que nos besamos. Fue uno de esos besos que te lo dicen todo sin una palabra. Con él supe que ibas a ser una de esas personas que se empeñan en dejar huella en tu vida, para bien o para mal. El tiempo me dio la razón…
Fuiste un ángel por poco tiempo, enseguida te empeñaste en intentar partirme el corazón. Afortunadamente te diste demasiada prisa en sacar a relucir todo lo cabrón que puedes llegar a ser, no me dio tiempo a encariñarme demasiado.
He de reconocer que lo pasé mal durante unos días. No podía entender como el mismo que hacía unas semanas se pasaba la noche entera acariciándome y besándome con ternura, de pronto se empeñaba en hacerme daño. Te odié y te desterré al más oscuro rincón que pude encontrar.
De vez en cuando te sigues tropezando conmigo y, si la casualidad no hace que nos veamos, me mandas algún mensajito para recordarme que estás ahí. No sé a qué juegas, ni por qué pretendes que no te olvide, pero el tiro te está saliendo por la culata. Porque cuando te veo ya no siento nada. El deseo se me terminó en cuanto vi que eras un perfecto imbécil, el odio cuando pensé que no merecías ni eso. Ahora me eres totalmente indiferente, simple y llanamente. Puedes tomártelo como quieras.
Pues muy bien hecho, que le den viento fresco, que ni contigo ni sin ti para quien quiera, y a jugar...si se tiene ganas, al parchis.
ResponderEliminarMuy bien, ojalá todas fueran o fueramos asi de fuertes y con ese amor propio.
Un besito
me pacere genial, pero algo que me dice mucha gente: si no sientes nada por él y lo has olvidado,... porque escribes esta entrada con él como protagonista...?¿? medita...
ResponderEliminarYoo creo que sentir sentirá, pero no amor, no lo que él quiere que sienta, y ella puede que se sienta orgullosa de pasar de él, de haberlo dejado atrás, evolucionar, y seguir con su vida...puede que por eso escriba sobre el tema...no se...Yo lo haría por eso.
ResponderEliminarBlind-y tiene razón. Escribo sobre él porque es una persona que sigue formando parte de mi vida. Tenemos amigos comunes y cada dos por tres nos encontramos y hablamos como hago con cualquier conocido. Me parece que le gustaría ver que sigo interesada en él y que podría tenerme si quisiera pero, precisamente por eso me siento orgullosa, porque me da exactamente igual su presencia. Ya no siento nada cuando está delante, ni frío ni calor. Hubo un momento en que sentí mucho y pensaba que iba a amargarme la vida pero me di cuenta de que no merecía la pena llorar por él. Es la primera vez que consigo pasar página tan rápido y pasar a no sentir completamente nada por alguien que en su día me importó mucho, y eso me hace sentir bien. Puedo hablar de él tranquilamente porque no me duele hacerlo.
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